El 75,7 % de los alumnos del curso 2007-2008 optan por la clase de religión

La Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha presentado su Informe sobre el número de alumnos que eligen y asisten a la asignatura de Religión en el curso 2007-2008, elaborado con los datos recabados por las diócesis según la información aportada por la dirección de cada centro escolar.


En base a los datos de esta Comisión, el 75,7 % de los alumnos asiste a clase de Religión. Teniendo en cuenta la información del Ministerio de Educación y Ciencia, según la cual el número de alumnos en educación no universitaria en este curso asciende a 7.205.890, la Comisión deduce “que el número de alumnos que asisten a la clase de religión y moral católica es de 5.454.859”, lo que significa una reducción del 1,3% respecto al curso pasado.

Por etapas, en Educación Infantil asisten a clase de Religión el 84.9% de los alumnos; en Educación Primaria, el 84.1%; en Secundaria, el 63%; y en Bachillerato, el 48.9%. La Comisión Episcopal señala además que según sus datos, a la hora de elegir, “un número de alumnos cercano al 35% han escogido, en Educación Secundaria y Bachillerato, la alternativa llamada “Atención educativa”.

Para la Federación de Enseñanza de USO estos datos siguen certificando que la asignatura de Religión, gracias a la voluntaria elección del alumnado y sus familias, cuenta con una importante presencia en los centros públicos, lo que implica una generosa y democrática aceptación de este modelo. Desde FEUSO, además, se valora este importante porcentaje por lo que supone de implicación personal de los alumnos, pues en clase de religión, como en el resto de las asignaturas, hay que trabajar, estudiar, hacer exámenes, etc.

Estos datos vuelven a confirmar que los padres y alumnos españoles sí quieren que la religión tenga una presencia en los centros de enseñanza. Además, para FEUSO, la presencia de esta asignatura en el currículum de los alumnos favorece la formación integral, evita los fundamentalismos y la intolerancia, contribuye de forma esencial a la hora de formar buenos ciudadanos, libres, demócratas, críticos, solidarios. Esto es lo que parece que siguen valorando, a pesar de las dificultades,  las familias y el alumnado, tanto aquí, como en el resto de Europa que optan libremente por la asignatura de religión.

FEDERACIÓN DE ENSEÑANZA DE USO
Madrid, 28 de marzo de 2008

Back to top