La asignatura de Religión y la Movida madrileña

Es frecuente que cuando se van cumpliendo años se eche la vista atrás y se recuperen aspectos que en uno y otro tiempo nos han proporcionado felicidad. En eso estaba yo cuando recordé aquellos discos de vinilo, enormes, con aquellas estupendas portadas que en si mismas constituían toda una obra de arte. Me apresuré a buscarlos, les sacudí el polvo acumulado durante años y comencé a repasarlos.


Siniestro Total, Golpes Bajos, Parálisis Permanente, Los Nikis, Ilegales, Paraíso, Mecano, Radio Futura, Obús, Desesperados, Barón Rojo, Esclarecidos, Danza Invisible…La inmensa mayoría corresponden a la llamada Movida madrileña, aquel movimiento musical multicolor de los 80 que rompía con lo anterior y supondría un punto de inflexión en el panorama musical nacional.

¡Qué curioso! Una y otra vez me venía a la cabeza la inter-relación entre los nombres de los grupos y la situación de la asignatura de Religión en el actual sistema educativo.

Una asignatura de Religión gravemente accidentada, al borde de constituir un Siniestro Total. Ley tras ley, decreto tras decreto han sumido a esta asignatura en una situación alarmante. Cuando los progres pretenden recuperar su identidad se sacuden el traje y la corbata de encima y se ponen los Nikis, toda vez que han sido vencidos por el capital, que han renunciado a la defensa del inocente y desfavorecido, que apenas queda proletariado porque se lo han cargado, no encuentran más reminiscencia ideológica que el trasnochado anticlericalismo que agitan a conveniencia.

Las últimas  leyes de educación, en lo que se refiere al tratamiento de la Religión, son un Mecano, todo un constructo orientado a mermar la presencia de esta asignatura en los centros educativos. Como el Barón Rojo han fijado el objetivo, acabar con esta asignatura, y orientan inmisericordes sus cazas en un picado sin fin contra el. Cuando nos recuperamos del impacto de un Obús, silba el siguiente (reducción de horas, horarios intempestivos, opción desequilibrada…). Padres, alumnos y profesores esquivamos como podemos la ofensiva.

Las situaciones Ilegales se suceden: los alumnos de Religión en bachillerato tienen 31 horas de clase semanales mientras que los que no optan por esta enseñanza tienen 30, la atención educativa carece de contenido o se hacen los deberes o estudia contraviniendo reiteradas sentencias del Tribunal Supremo y ¡no pasa nada!. Desde el consejero de educación hasta el último de los inspectores aquejados de una más que notable Parálisis permanente.

¿Desesperados o esperanzados? Esperanzados por supuesto. Aunque quieran convertir la asignatura en una  Danza Invisible la seguimos bailando y lo seguiremos haciendo mientras nos quede un solo alumno que lo haga con nosotros. Por más Golpes Bajos que nos lancen seguiremos peleando.  Perseguimos un Paraíso, una escuela en la que todos tengan cabida. Pero todos, todos.

Mientras esto no ocurra, los valores democráticos referidos en tantos y tantos discursos sobre educación son mero ejercicio cosmético.   Sombra aquí y sombra allá. Maquíllate, maquíllate…
Antonio Cabeza González

Representante de FEUSO-Asturias en el Comité de Empresa de los profesores de Religión

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