Cómo superar el síndrome postvacacional y volver a la rutina con energía

01 Septiembre

01 Septiembre 2025 por FEUSO | Actualidad

¿Has vuelto de vacaciones y sientes que te cuesta arrancar? Tranquilo, no eres el único. Esta mezcla de cansancio, tristeza y desmotivación al volver al trabajo tiene nombre: síndrome postvacacional.

El síndrome postvacacional, también conocido como depresión postvacacional, es un estado de malestar que aparece al reincorporarse a la rutina después de un período de descanso. No es una enfermedad clínica, sino un trastorno adaptativo temporal que suele durar entre 2 y 21 días, hasta que la persona logra habituarse de nuevo a su vida cotidiana.

¿Qué síntomas son más comunes?

El síndrome postvacacional se asemeja a un leve cuadro de estrés o ansiedad. Los síntomas más habituales son:

  • Emocionales: tristeza, irritabilidad, apatía y ansiedad.
  • Físicos: fatiga, insomnio y falta de energía.
  • Cognitivos: dificultad para concentrarse o retomar tareas.
  • Conductuales: bajo rendimiento laboral y desinterés por las actividades diarias.

¿Quién lo sufre más?

Algunas personas son más propensas a experimentar este síndrome, especialmente quienes tienen menor tolerancia a la frustración, quienes trabajan en entornos poco agradables o con escaso reconocimiento, así como aquellos que disfrutan de vacaciones más largas, ya que la ruptura con la rutina es mayor.

Cómo superar el síndrome postvacacional

La clave está en realizar una transición gradual y adoptar hábitos saludables que faciliten la adaptación. Algunas recomendaciones útiles son:

  • Reincorporación progresiva: volver a casa unos días antes de finalizar las vacaciones ayuda a retomar horarios y aclimatarse antes de regresar al trabajo.
  • Organización realista: planificar la agenda laboral, priorizar tareas y fijar objetivos pequeños y alcanzables evita querer resolverlo todo el primer día.
  • Hábitos saludables: mantener una buena alimentación, dormir lo suficiente y realizar ejercicio físico favorece la recuperación de energía.
  • Actividades placenteras: reservar tiempo para hobbies y momentos de ocio ayuda a equilibrar la rutina laboral con el bienestar personal.
  • Gestión de pensamientos: evitar un diálogo interno negativo y enfocarse en metas alcanzables permite afrontar la vuelta con mayor motivación.
  • Separar trabajo y descanso: desconectar fuera del horario laboral es fundamental para prevenir el agotamiento.
  • Buscar apoyo: si el malestar se prolonga o intensifica, conviene pedir ayuda a familiares, amigos o incluso a un profesional.

Claves para afrontar el regreso con actitud positiva

El regreso a la rutina también puede convertirse en una oportunidad de renovación personal y profesional. Algunas estrategias útiles son:

  • Planificar la agenda y tachar tareas completadas para generar sensación de éxito y motivación.
  • Entrenar la mente con pasatiempos, juegos de memoria o actividades que reactiven la concentración.
  • Hablar con superiores para definir objetivos claros y alcanzables, evitando presiones innecesarias.
  • Cuidar la red de contactos, aprovechando encuentros informales para mantener vínculos profesionales.
  • Usar el retorno como excusa para reanudar proyectos, reuniones o negociaciones pendientes.
  • Formarse y reciclarse en nuevas habilidades que fortalezcan el desarrollo profesional.
  • Planificar objetivos vitales a medio y largo plazo, dividiéndolos en metas más pequeñas y realistas.
  • Ordenar y renovar el entorno laboral, ya sea reorganizando la mesa de trabajo o actualizando herramientas digitales.
  • Revisar el presupuesto familiar, organizar el ahorro y planificar futuras escapadas o vacaciones.

Conclusión

El síndrome postvacacional no es más que un proceso de adaptación natural después de un período de descanso. Con una actitud positiva, organización y hábitos saludables, la vuelta a la rutina puede convertirse en una oportunidad para reanudar la vida cotidiana con energías renovadas y dar el primer paso hacia un año más productivo, equilibrado y motivador.
Si lo necesitas, no dudes en pedir apoyo: hablar con alguien cercano o con un especialista puede ayudarte si el malestar persiste.

Desde la Federación de Enseñanza de USO, nos preocupamos por el bienestar del personal docente y comprendemos los desafíos que supone la vuelta al trabajo tras las vacaciones. Por ello, recordamos la importancia de cuidar la salud emocional y física para afrontar este periodo de transición con las mejores herramientas y con el acompañamiento adecuado.

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