Religión en la escuela, ¿por qué no?

12 Marzo

12 Marzo 2008 por FEUSO | Profesorado de religión

La enseñanza de la Religión en la escuela es un tema que con alguna frecuencia aparece en los espacios de opinión, en algunos programas políticos y sindicales e incluso en algunos ámbitos de la Educación.

 

Curiosamente los planteamientos que abogan por su desaparición, provienen de sectores minoritarios de la sociedad que parece no respetan la opción libre de la mayoría. No debemos olvidar que pese a todas los obstáculos que se van poniendo a la asignatura, el 80% del alumnado no universitario sigue optando por dicha enseñanza.

No nos engañemos, las razones que aducen estos sectores minoritarios suelen ser siempre de carácter ideológico y escasamente pedagógicas.  Como curiosidad hay que recordar cierta campaña impulsada por los defensores de la escuela laica, que llegaron a colocar carteles en los tablones de los centros educativos contra una asignatura legal (Religión)  y con el respaldo mayoritario del alumnado de esos centros. Esto llegó a ser algo inaudito, ya que nunca antes se había planteado la exclusión de una asignatura usando a los centros educativos como cauces de información. ¿Se imaginan una campaña igual contra otras asignaturas por parte de otros colectivos?. Lo dicho, inaudito.

Partiendo de la libertad de expresión que todos tenemos, y al margen de mayorías o minorías (que tienen todo el derecho a expresarse, lógicamente ),  es bueno recordar algunos puntos que nos puedan situar adecuadamente en esta cuestión.

Instancias internacionales como por ejemplo el Consejo de Europa, recomiendan vivamente el estudio de las religiones. Por eso no es extraño ver que en todos los sistemas educativos europeos, y desde hace muchos años, esté presente de modo propio la asignatura de Religión, sin que ello suponga un detrimento en la calidad de enseñanza. Habría que recordar que Finlandia, líder de los informes PISA, es un ejemplo bien patente de ello.

Cada país tiene sus especificidades al respecto, pero todos ofrecen a las diferentes religiones esa posibilidad y el profesorado es propuesto por las confesiones  religiosas y asumido por el Estado. Este profesorado tiene una doble capacitación, por un lado los estudios civiles correspondientes, y por otro la especialidad religiosa. El alumnado opta libremente, normalmente de modo mayoritario, por una confesión u otra, o en menor medida, por ninguna. En este último caso se propone al alumnado otras actividades.

Nuestro sistema educativo no es diferente al que rige en el resto de Europa. Aquí lo diferente es que hay una presión minoritaria, pero contundente, por imponer un modelo educativo "laico" sin la asignatura de Religión. Para ello emplean  argumentos alejados de la realidad y unas medias verdades que terminan por ser mentiras enteras ; por ejemplo se presenta al profesorado de Religión como si no fueran profesionales cualificados, ignorando que los más de 14.000 profesores y profesoras de Religión en España (200 en Navarra) son docentes con años de servicio en las diferentes administraciones educativas públicas y con un aval de formación y de actualización pedagógica al menos equiparable al resto del profesorado.

Llama la atención también, cómo algunos sindicatos muy preocupados por las condiciones laborales de los trabajadores y que proponen la desaparición de esta asignatura, ignoran el  coste laboral de dicha medida. ¿Acaso los profesores de religión no son trabajadores y no tienen familia?.

Se dice que lo religioso es de ámbito privado e ignoran que la Religión, como tantos otros aspectos que inciden en la conciencia de las personas, tienen también sus repercusiones en el ámbito social, cultural, político, económico.... ignorando así mismo, que la enseñanza religiosa en la escuela no busca adeptos, sino personas formadas de modo integral y desde el respeto a las creencias personales. (No estaría nada mal que echasen una  ojeada al currículo de Religión)

Algunos opinan también que la enseñanza religiosa escolar es un privilegio de la Iglesia Católica, cuando todos sabemos que hay acuerdos con otras confesiones religiosas que ya están en vigor, y que la Constitución y sentencias aclaratorias,  reafirman la legalidad de su presencia. Que la mayoría de la población opte por la Religión Católica no es un privilegio, es una realidad social.

Nuestro sistema educativo posibilita al alumnado que no da Religión recibir una adecuada atención educativa. Hay que reconocer que muchos padres que optan por esta vía dicen, y no les falta razón,  que sus hijos e hijas pierden el tiempo ya que normalmente esas horas no tienen un contenido curricular digno. Por ello proponen curiosamente, que la mejor solución es quitar Religión.

Lo lógico sería pensar que para este alumnado que no opta por Religión y va a estar esas horas en el centro, la mejor medida sería llenar de contenido serio, en valores o en temas similares, esa atención educativa para que progresen estos alumnos en su formación como personas. De esto ya tenemos experiencia en nuestro sistema educativo. ¿Se acuerdan de Religión o Ética?.

El esquema Religión-Ética en vigor hasta la entrada de la LOGSE (1990), estaba totalmente normalizado, regulaba de modo equilibrado la enseñanza religiosa y su alternativa, con contenido serio para unos y para otros. Pero la LOGSE desbarató este equilibrio creando una alternativa a la Religión descafeinada, la AEO. Algunos "mal pensados" dicen que, dado que no se podía (por inconstitucional) quitar la asignatura de Religión, si se vaciaba de contenido a la alternativa, de modo indirecto afectaría a Religión y así poco a poco el alumnado elegiría la nada frente a los contenidos de Religión. Pero fallaron, aunque no del todo

En resumen, y con un poco de ironía, dado que no se ha demostrado que la enseñanza de la Religión en la escuela provoque desajustes en la formación de nuestros alumnos y alumnas, o alumnado carente de libertad, o alumnado acomplejado por extrañas enseñanzas, o alumnado de tipo marciano... sino alumnado que aborda el hecho religioso con madurez y libertad, abierto a la solidaridad y al compromiso por un mundo mejor, un alumnado que valora el modelo de persona que nos propone la sociedad desde un planteamiento crítico constructivo y positivo... y dado que la enseñanza religiosa no se impone al que no lo desea, ¿qué tal si tampoco se busca imponer la eliminación de la enseñanza religiosa escolar de modo directo o indirecto y se  escucha la opinión de las familias?

Pamplona 11 marzo 2008


Fernando Jorajuría Zabalza.
Delegado sindical. Federación de Enseñanza USO-Navarra.

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