USO-Asturias urge a la aprobación del decreto que regula los contratos para poder impartir la asignatura de Religión

11 Enero

11 Enero 2019 por FEUSO | Profesorado de religión

La Federación de Enseñanza de USO-Asturias ha solicitado con carácter de urgencia a la Consejería de Educación a que apruebe el decreto que regula “la contratación, adjudicación de destinos y movilidad del profesorado que imparte las enseñanzas de Religión”, paralizado desde el pasado mes de junio. FEUSO ha advertido que el texto ya había sido negociado con el Comité de Empresa de estos trabajadores docentes y que ya cuenta con el visto bueno de las partes.

Tras medio año de retraso sin que la Consejería haya hecho nada, FEUSO ha pedido explícitamente al Consejero de Educación que se implique en la resolución de este grave problema laboral, que haga gala de su voluntad política y que agilice los trámites para su aprobación y publicación. Esa resolución, totalmente necesaria para la estabilidad laboral de estos trabajadores docentes, conllevará la regularización de este colectivo que, como subrayamos desde FEUSO, durante muchos años ha sido injustamente tratado por la Administración.

            FEUSO recuerda, por ejemplo, que el último concurso de traslados tuvo lugar en 2012 y no se ha vuelto a convocar ninguno más que tenga en cuenta el mérito y la capacidad de los docentes para poder ocupar una plaza libre. Además, está reduciendo la jornada a los docentes con más de 25 años de experiencia -en su inmensa mayoría, mujeres y mayores de 55 años, en la última etapa de su vida laboral-, al mismo tiempo que saca vacantes de plaza para las que recurre a la bolsa de sustitutos, incurriendo desde FEUSO con esta manera de actuar en un fraude de ley, como han determinado los jueces, que han dado la razón a FEUSO y a los trabajadores que han denunciado esta situación. Si se aprueba la resolución que demanda FEUSO, se solucionarían todos estos problemas.

            Para FEUSO, el colectivo del Profesorado de Religión de los centros públicos debe tener unas condiciones laborales dignas y justas, como el resto de los trabajadores de la enseñanza. No son unos trabajadores de “usar y tirar”.

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