Dispositivos digitales, ¿sí o no?

15 Septiembre

15 Septiembre 2025 por FEUSO | Actualidad

Con el inicio de un nuevo curso escolar vuelve a ponerse sobre la mesa un debate que no deja indiferente a nadie: ¿qué papel deben tener los dispositivos digitales en la educación? Su uso no solo influye en los aprendizajes, sino también en la manera en que los estudiantes se relacionan entre sí, con sus familias y con el entorno que les rodea.

El contexto social actual está marcado por la digitalización. Vivimos en un mundo donde la tecnología avanza a gran velocidad, una realidad que ofrece oportunidades, pero también plantea riesgos. Cada vez resulta más difícil concebir la vida cotidiana sin móviles, tabletas u ordenadores, y los centros educativos no son ajenos a esta situación. Sin embargo, diversos estudios científicos y pedagógicos advierten de que el abuso de estos dispositivos puede tener consecuencias negativas difíciles de revertir, tanto en el plano académico como en el personal.

En este escenario, familias, centros educativos y docentes se encuentran en una encrucijada. Desde FEUSO tenemos muy presente que este triángulo constituye el eje básico en la formación de nuestros niños, niñas y jóvenes:

  • Las familias son quienes deciden cómo y cuándo se accede a los dispositivos. El móvil, por ejemplo, aporta seguridad gracias a la geolocalización y al contacto directo con los hijos e hijas, lo que genera tranquilidad en el día a día. Pero a menudo se pasa por alto que este mismo dispositivo puede convertirse en una puerta abierta a un uso abusivo, con consecuencias en la salud física, emocional y social de los menores.
  • Los centros educativos han realizado un gran esfuerzo en los últimos años, invirtiendo en infraestructuras y formación del profesorado para garantizar un acceso digital de calidad. Muchos lo han hecho dentro de su propio proyecto educativo y otros por las exigencias normativas, pero en todos los casos se han adaptado a marchas forzadas a una realidad que ya no tiene marcha atrás.
  • El profesorado, por su parte, ha encontrado en estas herramientas una vía para enriquecer sus clases, diversificar metodologías y conectar mejor con los intereses del alumnado, ampliando así las posibilidades de aprendizaje.

Un contexto regulador en marcha

El inicio de este curso está marcado por nuevas normativas en varias comunidades autónomas que han endurecido las restricciones al uso del móvil en el ámbito escolar. En algunos territorios ya no se permite su utilización durante toda la jornada, salvo para usos estrictamente pedagógicos, y se están limitando también los tiempos de exposición a tabletas y portátiles en función de la etapa educativa. Estos cambios responden a una preocupación creciente por el impacto de las pantallas en la salud física, emocional y social de los estudiantes, y buscan un equilibrio entre aprovechar sus ventajas y reducir los riesgos de un uso abusivo.

Ventajas del uso educativo de dispositivos digitales

  • Acceso inmediato a fuentes de información sobre los contenidos que se trabajan en el aula.
  • Uso de cámaras y aplicaciones para documentar trabajos, proyectos y evidencias de aprendizaje.
  • Posibilidad de ampliar conocimientos mediante la lectura de noticias y materiales complementarios.
  • Utilidad como diccionarios, traductores y correctores, que facilitan el estudio.
  • Sustitución de la agenda clásica por herramientas digitales compartidas con las familias.
  • Mayor dinamismo en las clases gracias a actividades interactivas y participativas.

Riesgos y desventajas

  • Uso excesivo: la mayoría de los estudios indican que los estudiantes dedican entre 3 y 5 horas diarias —o más— a estos dispositivos.
  • Distracción constante: interrupciones por mensajes, redes sociales o notificaciones que afectan a la concentración, incluso en horas lectivas. Este fenómeno genera situaciones de phubbing, en las que se ignora a la persona presente por atender al dispositivo.
  • Problemas de conducta: la prohibición o restricción del uso puede desencadenar reacciones conflictivas o incluso violentas en algunos estudiantes.
  • Descenso del rendimiento académico: el tiempo invertido en pantallas reduce las horas de estudio, la revisión de apuntes o la realización de tareas, lo que impacta directamente en los resultados.
  • Brecha digital: no todos los estudiantes tienen el mismo acceso a dispositivos de última generación o a conexiones de calidad, lo que genera desigualdades dentro del aula.

Una regulación activa y compartida

Desde FEUSO consideramos imprescindible avanzar hacia una regulación clara, activa y equilibrada del uso de dispositivos digitales en el ámbito educativo. Esta regulación debe tener en cuenta la normativa estatal y autonómica, pero sobre todo debe sustentarse en un compromiso compartido entre familias, centros y profesorado.

  • En el ámbito familiar, resulta esencial establecer pautas claras: la edad de adquisición del primer dispositivo, el tiempo de uso en casa, las aplicaciones autorizadas o las formas de relación que se permiten a través de ellos.
  • En los centros educativos, es necesario explicar con claridad y difundir sus planes de acción digital, detallando cómo se integran estas herramientas en los proyectos de aprendizaje.
  • En el profesorado, conviene definir de manera transparente cómo, cuándo y para qué se emplearán móviles, tabletas o portátiles, garantizando que sean un recurso complementario y no un sustituto del esfuerzo personal y del contacto humano en el aula.

Una apuesta por el equilibrio

Los dispositivos digitales no deben verse únicamente como un riesgo ni como la solución a todos los problemas educativos. Bien empleados, pueden enriquecer el aprendizaje, fomentar la participación y preparar a los alumnos para un futuro cada vez más tecnológico. Pero también pueden convertirse en un obstáculo si no se regulan de manera adecuada y si no se prioriza el desarrollo integral de los estudiantes.

Desde la Federación de Enseñanza de USO defendemos un modelo educativo libre, plural y responsable, que aproveche las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías, pero siempre con sentido común, equilibrio y poniendo por delante el bienestar, la formación académica y el desarrollo humano de nuestros alumnos y alumnas.

Back to top