Ante el inicio del curso 2022-23. La LOMLOE entra en las aulas con el pie izquierdo

05 Septiembre

05 Septiembre 2022 por FEUSO | Actualidad

En estas fechas, miles de docentes y millones de alumnos vuelven a las aulas tras las vacaciones de verano. Comienza un nuevo curso escolar que va a estar marcado por las graves dificultades económicas que estamos viviendo, la caída de alumnado, la progresiva implantación de la LOMLOE y por lo que parecen ser -pero nunca se sabe- los últimos coletazos de la pandemia del coronavirus.

Desde FEUSO trabajamos para que todos los docentes y el personal de administración y servicios y complementario puedan desarrollar su trabajo en las mejores condiciones posibles y requerimos que las Administraciones educativas y las empresas de la enseñanza reconozcan su implicación como se merece. FEUSO reclama políticas educativas a todos los niveles que apuesten de verdad por la mejora de las condiciones laborales, salariales y profesionales del profesorado, la auténtica llave para que se avance en la mejora de la calidad de la educación que todos deseamos.

La implantación de la LOMLOE en los cursos impares de todas las etapas se inicia con el pie izquierdo. Después de las enormes dificultades y esfuerzos que ha sufrido el profesorado durante los años de la pandemia, se le pide ahora a continuación otro sacrificio más, pues los cambios que incorporan los nuevos currículos son muchos y de calado, por lo que requerirán una importante adaptación que no será rápida ni sencilla.

Según los promotores del nuevo currículo, se trata de superar la anterior transmisión de conocimientos meramente enciclopédica a la competencial, aun cuando un giro tan importante se haya realizado, como siempre, por expertos de despacho y con escasa participación de los docentes en los centros. Una vez más, se olvida que el éxito o el fracaso de una reforma educativa depende del grado de implicación del profesorado, pues una cosa es redactar normas y otra bien distinta es aplicarlas en las aulas.

La nueva ley educativa se aprobó de manera atropellada y polémica en diciembre de 2020 y, en junio de 2022, el profesorado ha iniciado sus vacaciones sin conocer los nuevos planes de estudio con los cambios metodológicos que contienen. Todavía en septiembre, siete Comunidades no han aprobado los decretos que corresponden al 40-50% de los temarios, lo que exigirá otro sacrificio añadido más para improvisar soluciones que permitan iniciar el curso. Si la implantación de la LOMCE supuso un importante estrés para el sistema durante el curso 2014-15, la LOMLOE lleva camino de superarla con creces seis años después.

Por si fuera poco, las circunstancias no parecen dar tregua ni respiro laboral y profesional al profesorado, que está viendo como sus retribuciones se hunden por la inflación mientras que sus obligaciones y tareas no paran de multiplicarse presionados siempre por una intensificación de la jornada de trabajo que no beneficia en nada su labor principal que es enseñar y educar. Este es el panorama que expresan datos como los del European Survey of Working Conditions, donde se recoge como los trabajadores se están convirtiendo en una suerte de autómatas que no tienen descanso entre tarea y tarea, que apenas pueden intercambiar impresiones con sus colegas, sofocados por una proliferación de actividades que nunca dejan de crecer y que, por lo tanto, terminan estresados y quemados.

Tanto las familias como los trabajadores están notando ya, en primer lugar, la alarmante subida del IPC provocada por la inflación, que va a repercutir significativamente en los importes de los servicios que prestan los centros educativos. Esto debería exigir de entrada un incremento de las partidas presupuestarias destinadas a la educación. Esperemos que se tengan en cuenta, ya en 2022 y en el proyecto de PGE 2023, una importante subida de los salarios de todos los docentes que, como el resto de los trabajadores, están viendo cómo su poder adquisitivo disminuye día tras día.

Pedimos a las Administraciones y empresas medidas eficaces en esta dirección, particularmente en el sector concertado, que necesita refinanciar todos los módulos de concierto, incluida la partida de otros gastos, para poder compensar la última subida del 2% que es claramente insuficiente para todo el personal en pago delegado y en pago directo.

Otra circunstancia que va adquiriendo protagonismo año tras año es la caída de la natalidad y la progresiva disminución del alumnado, aunque si hiciéramos de la necesidad virtud, debería servir en muchos casos para mejorar su atención sin recurrir al cierre automático de unidades. Es el momento de disminuir la carga lectiva y destinar recursos al refuerzo y la atención personalizada. Sería bueno que las Administraciones y empresas diesen un importante paso en esta dirección, apostando de verdad por una mejora significativa de las condiciones laborales del profesorado con la reducción de las ratios alumno aula y el aumento de la ratio profesor unidad.

En FEUSO, seguiremos defendiendo este año la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores de la enseñanza, en todos los sectores y en todos los niveles. En tiempo de crisis, la mejor receta es apostar por una formación de calidad. Ha llegado el momento de aprovechar al máximo las posibilidades educativas de miles de docentes que, si se les tiene en cuenta, van a contribuir mejor que nadie a construir una sociedad que cada día demanda más una formación de calidad, moderna, especializada y que tenga al alumno concreto y sus circunstancias como el centro de todas las políticas educativas.

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